La placa huella es una estructura compuesta por placas de concreto hidráulico separadas entre sí por piedras adheridas. Para darle soporte se utilizan viguetas reforzadas de 15 cm de ancho y 25 cm de alto, colocadas cada 3 metros de longitud. Las vigas del principio y del final de la estructura son un poco más grandes, con 20 cm de ancho y 30 cm de alto, y se extienden hasta llegar a la cuneta. Además, debajo de todo esto hay una capa de relleno de 15 cm de subbase granular. El espesor de la placa huella de 0,15 m se definió porque es el mínimo espesor que permite cumplir con el recubrimiento mínimo del acero en losas que están en contacto con el suelo.
Un aspecto significativo es la necesidad de realizar obras adicionales que se integran con la ejecución del sistema de construcción existente.
En la mayoría de los casos, el diseño de la vía en concreto se relaciona con la presencia de condiciones críticas que pueden afectarla tales como problemas de drenaje, estabilidad de los taludes o factores geológicos y geotécnicos.